La Cercada es una de las peñas más altas del parque nacional El Chico, desde su cima, a 3 090 msnm, se mira parte de la orografía, el relieve montañoso, cañadas, valles, formas en las piedras, flora y fauna, de esta reserva de 2 mil 739 has, donde predomina el bosque de oyamel y que cobija al mágico pueblo de El Chico.
Desde ahí, en lo alto, lo mismo puedes mirar para Actopan que para Atotonilco, hacerte de una vista hacia Acatlán; más allá muy al fondo, las elevaciones de otra reserva, la de Metztitlán, donde encontramos otro de nuestros maravillosos pueblos. Es pues un mirador natural que se disfruta tanto como la senda recorrida para llegar ahí.
En corto, a tiro de piedra, se revela en el paisaje otros destinos a los que ya iremos, La Muela, Las Monjas, El Cuervo, icónicas peñas de este parque y por supuesto el fantástico minero poblado de El Chico; sus techos rojos de dos agua, su estructura urbana de plato roto, las torres de su iglesia; todo eso y más se mira, se siente, se disfruta, se vive, al llegar a lo alto de este macizo, que te pone un poco más cerca del cielo.
8 km con el rumor del viento en los árboles
Esa es la vista desde la montaña, más en el trayecto, de 8 km de ida y vuelta desde el estacionamiento del centro de visitantes del parque nacional, tiene lo suyo, que inicia, desde mi muy personal gusto y preferencia, con el olor a pino u oyamel, seguida de las “voces” propias de lugar, el canto de los pájaros, el colibrí mi preferido; su peculiar sonido por nota, su aletear vertiginoso, que seguro se conjuga y hasta confunde con el trino del Chipe cejas doradas, otro pequeño y robusto pájaro del bosque. Luego, el rumor del viento entre los árboles, el sol colándose entre las ramas.

Aunque parecería un sendero que se antoja para caminantes “experimentados”, la ruta abre la posibilidad para chicos y grandes; la suavidad del terreno en su primer tramo, el que llega al cruce con el sendero Cruz del Negro, el tramo mismo de éste hasta la caseta forestal, van sobre terreno plano y un desnivel negativo suave y corto. Tan corto que hasta aquí ya cubriste la mitad. Nada apura, ve con paso regular, no dejando de llenarte del camino mismo.
En tu andar, observarás que la flora es rica y variada, más no por ello deja de estar expuesta a los riesgos inherentes a todo espacio visitado por caminantes o no, senderistas o no, escaladores y montañistas o no, turistas nacionales y extranjeros o no; en esta temporada, bellas flores de Tecoloxóchitl, tillandsia violácea, conocida también como Bromelia, parte de la belleza biótica local, se ven amenazadas por su valor ornamental.
Ya en la caseta, tomarás por el camino que asciende del lado derecho de la misma, pasando a un lado del servicio sanitario, y ascenderás, un poco más de lo ya recorrido; una pendiente suave que exigen un poco ya casi en la ante cima; cosa curiosa, a medio camino y como buena señal de que estas en ruta, bajaras por una escalinata hecha de medios troncos sobre el terreno para subir unos metros adelante a un paso sin par, un gran hueco formado entre el piso y dos rocas encimadas.
Lo que viene, exige un poquito, no tanto más, cómo para no lograrlo y, no menos por las vistas que asoman a lo extraordinario y animan a caminar los últimos pasos para llegar a la cumbre, donde espera algo mucho más expectante, pues se convierte en un majestuoso mirador que tiene 360° de visibilidad. Aquí, una grata recompensa, ver para conocer, conocer para querer, para que Ustedes lo escriban, lo cuenten, completen está crónica.

Legar al centro de visitantes en el parque nacional de El Chico, en el municipio de Mineral del Chico, es llegar al punto de inicio de las rutas en bosque, en montaña, de los senderos, más buscados por quienes gustamos de caminar, de ver, sentir, respirar, sentirnos libres; el contacto con la naturaleza es más que un beneficio para la salud en este espacio con un exuberante bosque de oyamel y una excepcional belleza escénica.
Todos los caminos llegan a Roma
Para llegar, diríamos que todos los caminos llevan a Roma, por aquello que puedes llegar por transporte colectivo o combis, que salen a un costado del mercado Benito Juárez, en el centro de la ciudad, de la Ruta Pachuca – Mineral del Chico vía Pueblo Nuevo, que te deja justo en el lugar. Si vas en auto, la vía panorámica es una, y la antigua carretera al Real, la segunda, que siguen de Real del Monte por la misma ruta.
Una más, subiendo por San Juan Pachuca, antes de tomar la vía antigua al Real, a entroncar con el camino a Camelia, que sigue la ruta pasando El Cerezo, El Bordo, la Estanzuela, la presa El Cedral, hasta el cruce con la carretera Real del Monte – Mineral del Chico; en este punto vira a la derecha un par de kilómetros hasta llegar al Centro de Visitantes.
¡Ah¡ Una más, si vienes de los rumbos de Actopan sobre la México- Laredo, toma la carretera que sube frente al circuito escolar que en 15 minutos te entroncará con esta ruta, que retomarás virando a tu izquierda.
Recuerda; “caminante no hay camino se hace camino al andar”, dice la letra del poema de Machado, Antonio, hecho canción por Joan Manuel Serrat, y en esto del senderismo, como en la vida, es muy cierto, haces el camino, haces el andar; más también la canción nos habla de la huella que dejamos, esperando siempre que esta sea del tamaño de lo que la naturaleza nos ofrece y no el rastro que delate nuestra presencia.
El retorno, volviendo sobre nuestros pasos. Ven a la Cercada, una peña cerca del cielo.
