Una perspectiva para la prevención del suicidio. 

Por: Yari Paredes 

El 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, un tema relevante y de impacto en nuestra población. Como especialistas es crucial compartir cómo la depresión y la ansiedad se convierten en potenciales disparadores que pueden llevar a una persona a contemplar el suicidio. 

La depresión y la ansiedad son trastornos de la salud mental que afectan a millones de personas en todo el mundo, se presentan juntos, intensificando el sufrimiento emocional. Estos trastornos llevan a una sensación persistente de desesperanza y angustia. Cuando esto se vuelve insoportable, la idea del suicidio puede aparecer como una forma de escape. 

Además, las presiones para cumplir con expectativas sociales pueden agravar estos trastornos, aumentando el riesgo. De ahí la importancia de identificar las señales tempranas de cambios mentales es esencial para prevenir un fatídico desenlace: 

1. Cambios en los hábitos del sueño y el apetito: Dormir demasiado o muy poco, así como la pérdida de apetito o comer en exceso, son signos tempranos de estrés mental. 

2. Aislamiento Social: Si comienzas a evitar actividades que antes disfrutabas o te alejas de amigos y familiares, puede ser una señal de que tu mente está cayendo en un ciclo de pensamientos negativos.

3. Pensamientos persistentes de desesperanza: Si te encuentras pensando que no hay solución a tus problemas o que el futuro es completamente oscuro, busca ayuda de inmediato.

Si detectas alguna de estas señales en familiares o amigos cercanos, no tengas miedo de actuar y buscar ayuda profesional de inmediato. 

Además de la intervención médica, existen terapias alternativas y prácticas espirituales que pueden ser benéficas para reducir pensamientos que pueden llevar a un riesgo de suicidio. 

  • La meditación y el mindfulness han demostrado ser eficaces para reducir los síntomas de ansiedad y depresión, al fomentar una mayor conciencia y control sobre los pensamientos. 
  • La sanación energética, como el Reiki, puede ayudar a equilibrar el estado emocional de una persona, promoviendo una sensación de paz. 
  • Finalmente, la conexión con la naturaleza y el uso de plantas sagradas en un contexto terapéutico puede ofrecer una profunda sanación espiritual. 

La prevención del suicidio es responsabilidad de todos. Recordemos que, aunque la lucha contra la depresión y la ansiedad puede ser ardua, no estamos solos, y siempre hay esperanza.

  • La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de 700,000 personas mueren por suicidio cada año a nivel mundial.
  • El suicidio es una de las principales causas de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años en México, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía. 
  • De acuerdo con la Secretaría de Salud federal, el suicidio representa una preocupación creciente, con un aumento en las tasas en ciertos grupos demográficos, las tasas han ido en aumento en los últimos años, especialmente entre hombres jóvenes.
  • Las estrategias para prevenir el suicidio incluyen programas de salud mental, campañas de concienciación, y servicios de apoyo a personas en crisis.