Por: Marcela Soltero, Ingeniera del Metabolismo
Imagina que, por alguna razón, tu presupuesto económico se ve reducido a la mitad en este momento. Seguramente tendrás que planificar tus gastos cuidadosamente y asignar tu presupuesto asegurando que las necesidades básicas son cubiertas. Lo más probable es que destines dinero a la compra de
alimentos, agua, pago de servicios como electricidad y gas; si tienes auto, para combustible, o si utilizas transporte, dinero para hacer uso del mismo. Quizá dejarás de lado, mientras esta situación se mantenga, las actividades de esparcimiento como ir al cine, algún paseo, comprar algún postre, y ni pensar en salir de vacaciones. ¿Y si te dijera que el agua es el segundo recurso más importante, después del oxígeno, para que funcione correctamente el organismo humano, incluyendo la mente? Y lo más impactante es que estamos realizando el recorte presupuestal de este importante recurso de forma constante. Cuando no me hidrato correctamente, mi organismo tiene que planificar cómo va a utilizar este importante recurso, asignándolo a las actividades primordiales para mantenernos con vida, la principal función de nuestro metabolismo. Entonces el agua se asignará a los pulmones, corazón, hígado, cerebro. La piel, articulaciones, huesos, no son vitales para la vida por lo que no se asignará el recurso necesario a estas áreas. Cuando tenemos dolor de cabeza, es muy probable que estemos deshidratados. Hay un efecto que muchos hemos experimentado, y es el fuerte dolor de cabeza que sentimos un día después de haber ingerido alcohol. ¿Por qué sucede esto? Porque nuestro cerebro está deshidratado. Y también es muy común que este dolor de cabeza ceda después de hidratarnos correctamente, generalmente después de consumir una rusa (agua mineral con
sal de mar y limón).
¿Pero cómo se relaciona el agua con mi mente?
El agua genera energía eléctrica en cada una de nuestras células. Imaginemos que nuestro cuerpo es como una batería de automóvil que requiere agua con minerales para funcionar y transmitir electricidad. Esto incluye las células en mi cerebro. El agua se requiere para tener una digestión y asimilación correcta de nutrientes en todo el proceso digestivo, incluyendo nuestro intestino. Ahora se
conoce la relación que existe entre nuestro intestino y nuestro cerebro. Nuestro organismo requiere agua para producir neurotransmisores, incluyendo la serotonina, sustancia química que está directamente relacionada con nuestro estado de ánimo y cuyas bajas concentraciones se han sociado con la depresión. Los neurotransmisores son de suma importancia para el buen funcionamiento de nuestro cerebro y sistema nervioso. El agua también interviene en la producción de hormonas cerebrales, como la melatonina, que nos ayuda a regular el sueño. Un descanso efectivo es vital para el buen funcionamiento de nuestro cerebro.
El agua nos ayuda a eliminar toxinas de nuestro cuerpo, y esto incluye nuestro sistema linfático, que se encarga de eliminar las sustancias nocivas para nuestro cerebro.
La deshidratación crónica genera en el cuerpo la misma reacción química que produce el estrés emocional, ya que estamos privando al cuerpo de uno de sus principales recursos para que funcione adecuadamente. El cuerpo humano puede, por lo tanto, experimentar ansiedad como una respuesta al estrés físico ocasionado por la falta de agua. La correcta hidratación de nuestro organismo sin duda es un gran aliado en cualquier tratamiento o programa que estés llevando.
¿Cómo saber si no estoy ingiriendo agua suficiente para el buen
funcionamiento de mi cerebro?
Estas son algunas señales:
Observa el color de la orina, esta debe de ser de color pálida con excepción de
la orina al despertar. Si la orina durante el día es más oscura, amarillo intenso o
ámbar, es señal de que estamos deshidratados. Considera también si estás
tomando algún medicamento o suplemento que pueda alterar el color de la
orina, en cuyo caso observa si presentas algunos de los otros síntomas
relacionados con la deshidratación.
Sensación de sed. Estamos acostumbrados a tomar agua cuando sentimos
sed, este es un síntoma de que nuestro organismo ya está deshidratado.
Orinar con poca frecuencia.
Cansancio, agotamiento.
Poco sudor incluso en actividad física o clima caluroso.
Piel seca.
Calambres musculares.
Cuando la deshidratación es más severa, pueden presentarse los siguientes
síntomas:
Irritabilidad o confusión.
Apatía.
Respiración y latidos cardíacos rápidos.
Mareos o aturdimiento.
Estos últimos síntomas de deshidratación también suelen presentarse cuando
hay un desequilibrio en nuestro cerebro, una hidratación adecuada apoyará un
buen funcionamiento cerebral.
¿Detectase signos de deshidratación en ti? ¿Qué puedes hacer?
Quizá al leer la serie de síntomas de deshidratación te sentiste identificado, y la primera reacción sea comenzar a ingerir bastante agua. Como en muchas cosas relacionadas con nuestro metabolismo, aunque no siempre es mejor, si ingerimos demasiada agua, podemos estar eliminando en orina y sudor, los minerales que son de suma importancia para nuestro funcionamiento. De hecho, no se trata solamente de tomar agua pura sino de ingerir agua con minerales. Entonces, ¿cuánta agua y qué agua debo ingerir? La recomendación es que escuches siempre a tu cuerpo y sus necesidades. No requiere lo mismo una persona con actividad física intensa que vive en un clima caluroso, que una persona con actividad leve en clima frío. Tampoco requiere lo mismo un adulto que un niño. Pero lo que es un echo es que todos requerimos agua suficiente.
Entonces estas son mis recomendaciones:
Consume entre uno y tres litros de agua pura, dependiendo de tu actividad física, temperatura del ambiente, donde vives y tu edad. A uno de los litros de agua que consumes (1/2 litro si es para un niño), agrega una pizca pequeña de sal de mar, el jugo de 1 limón y una pizca de miel pura o azúcar mascabado o piloncillo en polvo. Esta preparación tendrá la función de un suero casero.
Si te es posible, consume de vez en cuando agua de coco, pues contiene de forma natural los minerales necesarios por nuestro organismo; a estos minerales les llamamos electrolitos, los más comunes son sodio, potasio, calcio, magnesio, cloro, fósforo, manganeso. En caso de que hayas detectado que presentas algunos síntomas de deshidratación crónica, te recomiendo ingerir agua con un sobre de suero en polvo que adquieres en una farmacia. Asegurarte de incluir en tu alimentación suficiente cantidad de frutas y verduras. Estos alimentos tienen una excelente proporción de agua con
minerales que apoyarán tu proceso de rehidratar tu cuerpo. Mis preferidos: verduras de hoja verde, apio, pepino, melón y sandía.
Una forma que me encanta de ingerir suficiente agua con minerales es a través de lo que yo llamo bebidas funcionales: licuados de mezcla de alimentos vegetales. Mi favorita para mantenerme hidratada es mezclar 1 manzana escolar Golden, picada en cubos; una vara de apio de 10 centímetros, en cuadritos; de 10 a 15 hojas de hierbabuena; 5 centímetros de pepino; jugo de un limón; una pizca de sal de mar y 500 mililitros de agua. Todo va directo a la licuadora y a mezclar. Es una bebida súper hidratante y además deliciosa que contiene agua con minerales. Es muy importante que laves y desinfectes los vegetales para tu bebida.
Trata de hacer visible la cantidad de agua que estás ingiriendo; para mí lo que más me da resultado es beberla en una botella de 1 litro. De esta forma sé exactamente cuánta agua he ingerido y no tengo que estar contando vasos. Así solo estoy al pendiente de terminar mis dos botellas de agua por día.
Puedes preparar caldos como el de pollo agregando sal de mar, varas de apio, ramas de perejil y cilantro, e incluso una hoja de alga marina de la que se utiliza para preparar sushi. Estarás ingiriendo un caldo lleno de minerales. Pero cuida de no agregar sal refinada o cubos sazonadores ya que tendrás el efecto contrario: deshidratación.
Una vez que estés en el proceso de rehidratar tu cuerpo y con ello tu cerebro, procura estar al pendiente de los siguientes alimentos que ocasionan que el organismo se deshidrate al perder líquidos ya que tienen un efecto diurético. Beber café en exceso. El café es una bebida diurética. No es que dejes el café, pero si tomas demasiadas tazas, puedes estar saboteando tu cerebro.
Bebidas alcohólicas. El alcohol también produce deshidratación. La sugerencia es que, si lo consumes, siempre te hidrates correctamente, puedes por ejemplo consumir una copa y posteriormente un agua mineral.
Bebidas azucaradas como jugos embotellados y refrescos. Cuando se beben bebidas con una gran cantidad de azúcar, el organismo requiere eliminarla a través de una de nuestras vías de desintoxicación: el sistema urinario. Es vital si consumimos este tipo de bebidas, hacerlo con moderación, pero sobre todo equilibrar siempre con la ingesta de agua con minerales.
Salsa de soya y productos con glutamato monosódico. Esta sal es sumamente deshidratante, por eso cuando vamos a la comida china o comemos sushi con soya, al día siguiente podemos presentar dolor de cabeza o sensación de mucha sed. Es muy importante limitar el consumo y en caso de consumir,
asegurar que estamos hidratándonos con agua con minerales correctos para mantener el balance en todo nuestro sistema.
Alimentos con exceso de sodio. El exceso de sodio hará que la sal se acumule en donde no queremos y no necesitamos que se acumule, en el líquido afuera de nuestras células. ¿Has observado que cuando consumes algo con exceso de sodio te hinchas? Este edema se debe a la famosa retención de líquidos,
pero esta sal no está en el lugar adecuado. Queremos que los minerales estén dentro de nuestras células para que puedan realizar sus funciones. Cuida la proporción que consumes de este tipo de alimentos.
Como siempre les digo: “No te quedes con esta información, y pruébalo por ti mismo. Comienza a hidratarte de forma consciente y observa cómo te sientes. Podrías experimentar mayor vitalidad, claridad mental, tener un sueño más reparador, y menos estrés. Te invito a probarlo. La hidratación es un pilar muy importante para que tu cerebro funcione de la mejor forma. Acompaña tu tratamiento con este buen hábito.
¿Quieres conocer más?
Te comparto 3 fuentes en las que puedes ahondar más al respecto: F. Batmanghelidj. Tiene algunos libros específicamente sobre los efectos del agua, mi preferido: “You’re not sick, you’re thirsty” – (No estás sediento, tienes sed).
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6147771/ Estudio en irán donde se observó que beber agua está relacionado con un menor riesgo de depresión en adultos. El estudio se realizó en 3,327 iraníes. En el estudio, la ingesta de menos de dos vasos de agua por día se asoció con un incremento de 73% en hombres y 54% en mujeres, de presentar depresión. No se observó asociación significativa entre la ingesta de agua y la ansiedad para ambos sexos.
https://today.uconn.edu/2012/02/even-mild-dehydration-can-alter-mood/ Estudio de la universidad de Connecticut que muestra que incluso una deshidratación moderada puede ocasionar dolores de cabeza, problemas de concentración y fatiga.