Christian Ahued, psicólogo.
El cerebro termina de madurar aproximadamente a los 25 años de edad, y es la corteza prefrontal (encargada del juicio y la toma de decisiones) la última en hacerlo. Ello implica que las personas adolescentes y jóvenes se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad ante los riesgos, como consumo de drogas lícitas e ilícitas, accidentes, embarazos no planeados, entre otros, lo que genera un impacto en su salud mental y de quienes les rodean.
En este contexto es que se sigue estudiado el cerebro, por parte de expertos en neurociencias, y de lo cual podemos aprovechar para conocer las diversas formas de su funcionamiento en diversos niveles: biológico, psicológico, social e incluso espiritual.
Es importante que tomemos en cuenta que existe un choque a nivel generacional, que implica una dificultad para comunicar los deseos, reglas, valores, normas y hábitos entre padres e hijos, ya que tenemos a un grupo de personas de la generación Z (nacidos después del año 1995) y generación Alfa (nacidos después del 2013), y a generaciones Millenial y X (nacidos antes de 1995) que interactúan bajo una visión diferente en cuanto al autocuidado de su salud física y mental.
Acudir a psicoterapia anteriormente se veía con mayor estigma y recelo, en cambio, hoy en día podemos reconocer que el aceptar un tratamiento de manera oportuna, nos beneficia y previene problemáticas más severas.